El ser humano es un producto activo de las contradictorias e
históricas interacciones entre civilizaciones, etnias, razas, clases, en busca
de la subsistencia. No obstante, esta necesidad expresada en el afán del hombre
por no morir, facilito que las potencialidades biológicas de la especie humana
se desarrollaran a través de la actividad conjunta y la comunicación con otros
de su misma especie.
La existencia en comunidad emergió entonces como una nueva
necesidad de los hombres, pues esta se valió como la única alternativa posible
para garantizar la producción material y los bienes requeridos para vivir. De
tal modo hablar de sociedades obliga a referirnos a los individuos y
comunidades que la integran y la construyen, así como hablar de individuos es
posible solo si retomamos la comunidad que lo transciende y determina.
La comunidad juega un papel mediador en la integración del
individuo a su sociedad. En el espacio comunitario los sujetos interactúan de
forma estable y sistemática generando una única e irrepetible identidad
compartida que forma parte afectiva de la red social y a su vez la comunidad
absorbiendo de la sociedad que la engloba normas, valores y tradiciones que
transmite a sus miembros. Es en la comunidad donde se hacen más tangibles y
concretos para el hombre sus vínculos sociables y donde la sociedad encuentra
los recursos más diversos para influir sobre los hombres.
Para realizar cualquier proyecto programa o plan en la
comunidad se debe tener en cuantos dos aspectos importantes que son:
En primer lugar la promoción, la cual consiste en fomentar,
promover e incentivar a puesta en marcha de cualquier proyecto que se proponga
llevar a cabo la comunidad, en segundo lugar la capacidad que mediante el desarrollo
de talleres, cursos y charlas permite elevar el nivel de los conocimientos
teóricos y prácticos de los habitantes de la comunidad, y con ello insertarse
en las diversas actividades, económicas, sociales y políticas y culturales. De allí,
que para elaborar el proyecto se requiere de una primera fase mediante el cual
se identifican y priorizan las necesidades, potencialidades, fortalezas y
debilidades de la comunidad. Basándose este en la detención y análisis de las
características que están presentes en la vida comunitaria. En donde participan
todos los miembros que la integran convocados en asambleas de ciudadanos, con
el fin de dar a conocer la realidad existente además de generar y ofrecer la
información necesaria para elaborar el plan comunal y con ello ejecutar los
proyectos orientados a alcanzar el bienestar integral de la comunidad en un
tiempo y espacio determinado. Dando como resultado un listado prioritario de
necesidades, potencialidades, fortalezas y debilidades entorno a los ejes de
bienestar comunal y a partir de establecer las líneas de acción para la
transformación de la realidad existente en la comunidad.
ANA ARGUELLO
DEBBIE OROZCO
ANA ARGUELLO
DEBBIE OROZCO